El significado literal de la palabra yoga es unión. Es el estado de unidad con el Ser, con Dios. Es considerado yoga todas las practicas que nos llevan a ese estado.
Etimológicamente la palabra española yoga proviene del sánscrito yoga, que procede a su vez del verbo yuj: concentrar la mente, absorberse en meditación, recordar, unir, conectar, otorgar, etc.
Con la practica del yoga conseguimos la unión del alma individual con Dios y desarrollamos la conciencia espiritual creando un acercamiento con la naturaleza, con el origen y con el destino espiritual del ser.
El yoga se originó posiblemente antes de nuestra era en India, donde persiste como tradición. Debido a que los textos sánscritos carecen de cronología, se desconoce exactamente cuándo se inició esta filosofía. Los hinduistas sostienen que el yoga es eterno (anādi: ‘sin comienzo’) y siempre existió.
El texto sánscrito Yoga Sūtra (‘aforismos de yoga’) de Patañjali (probablemente del siglo III a. C.) expone ocho pasos para la práctica del yoga:
1. yama: la practica de las cinco virtudes morales: no violencia, veracidad, celibato, no robar y no codiciar;
2. niyama: práctica de los cinco hábitos regulares: pureza, contentamiento, austeridad, estudio y entrega;
3. āsana: postura;
4. prāṇāyāma: regulación y retención de la respiración;
5. pratyāhāra: apartar la mente de los objetos de los sentidos;
6. dhāraṇā : de contemplación;
7. dhyāna: meditación, el fllujo continuo de un pensamiento hacia un objeto; y
8. samādhi : absorción completa o identificación con el objeto de meditación, la unión meditativa con el absoluto.
El haṭha yoga es la disciplina yóguica más difundido en todo el mundo. Su practica nos lleva a alcanzar el estado de samādhi mediante la unión del prana y del apana (inhalación y exhalación). Diferentes ejercicios corporales conocido como āsanas y ejercicios mentales nos ayudan a purificar los 720 millones de nadis (canales por los que fluye la fuerza vital en el cuerpo sutil) y permitir que el prana fluya uniformemente.
Cuando esto sucede, la mente se aquieta. Se experimenta ecuanimidad en la conciencia y se entra en estado de samādhi.
Los āsanas son posturas físicas cuyo propósito es lograr que el cuerpo esté apto para la meditación. La practica continua genera serenidad física y mental, de tal forma que con cierto tiempo de practica conseguimos sentarnos durante varias horas en una postura de meditación sin sufrir fatiga o inquietud.
Las Doctrinas del Yoga
Hay algunos documentos literarios clásicos que describen las bases del yoga, entre ellos podemos encontrar:
- Bhagavad gītā,
- Yoga sūtras (de Patañjali),
- Gheranda samhita,
- Yoga darshana upanishad y
- Haṭha yoga pradīpikā.
Estudiando las doctrinas hindúes encontramos la descripción del ser humano como es un alma encerrada en un cuerpo. Y nos explica que el cuerpo tiene varias partes: el cuerpo físico, la mente, la inteligencia y el falso ego.
Nos enseña que para llevarnos una vida plena, es preciso satisfacer tres necesidades básicas: la necesidad física (salud y actividad), la necesidad psicológica (conocimiento y poder) y la necesidad espiritual (felicidad y paz). Así, cuando conseguimos equilibrar esas tres necesidades, encontramos la armonía.
El yoga es una sabiduría que nos enseña a evolucionar mediante el desarrollo de la autodisciplina. Nos ayuda a controlar las emociones, que son descritas en muchos textos como fluctuaciones de la mente. Nos dirige a distinguir entre el alma (impasible, sin emociones) y la mente (siempre fluctuante y llena de ansiedades).
La arte del yoga nos ofrece los medios para comprender el funcionamiento de la mente, pudiendo ser entendida como el arte de estudiar el comportamiento de la mente o una experiencia mística, que ambos casos nos conduce a un imperturbable estado de silencio mental.
El yoga es, pues, el arte y la ciencia de la disciplina mental a través de la que se cultiva y madura la mente. El yoga busca llegar a la integración del alma(ātman) individual con Dios (el Brahman) o con su deidad (avatar). Esa re-unión se llama samādhi, a través de la cual se accede a la liberación (mokṣa).
Una sonrisa alegre,
Renata Ferrari.
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